Alice Taylor, Duke '13, miembro del equipo del Proyecto de Liderazgo Comunitario de Duke
Como hija de una bibliotecaria de segunda generación, no es de extrañar que creciera en una casa llena de libros, con títulos de autores que van desde Seuss a Faulkner rebosando por todas las superficies disponibles. La lectura desempeñó un papel fundamental en mi infancia, ya fuera la experiencia de compartir cuentos con mis padres cada noche, la emoción de elegir un libro nuevo en la "venta de libros" bianual de nuestro colegio o la participación en los "desafíos" de lectura de verano de mi biblioteca local cada año.
Más allá del simple placer de sumergirme en un buen libro en cada una de estas ocasiones, no me cabe duda de que una infancia dedicada a la lectura ha tenido un impacto tangible en lo que soy hoy y en mis logros académicos hasta ahora. La lectura me introdujo en un mundo de nuevas perspectivas, ampliando mi imaginación y mi capacidad de empatizar con personas diferentes. También estoy seguro de que la magnitud de mi exposición al vocabulario a lo largo de los años me ha ayudado inmensamente en todo, desde completar la temida sección verbal del SAT en el instituto hasta elaborar ensayos para mis cursos de hoy.
Por eso sigo agradeciendo una infancia llena de libros todos los días. Por esta y otras razones, cuando decidí con qué organización local sin ánimo de lucro quería asociarme para un proyecto semestral del curso de Duke "Liderazgo, desarrollo y organizaciones", puse Book Harvest a la cabeza de mi lista. Me entusiasma formar parte de una organización que ayuda a los niños de la zona a construir sus propias bibliotecas y, con suerte, a desarrollar un amor por la lectura para toda la vida, como me ocurrió a mí. Espero que mi trabajo, y el de mis compañeros, ayude a Book Harvest a mantener esta valiosa misión durante muchos años.