Julie Smith, consejera autorizada de Child Firstun programa intensivo de visitas a domicilio que proporciona apoyo en salud mental a niños pequeños del este de Carolina del Norte, califica la pandemia de COVID-19 de "receta para el desastre" para sus clientes.
Smith afirma que el cierre de los servicios de los que dependen las familias -así como el estrés provocado por las dificultades económicas y el aislamiento social- ha dejado a los niños y a sus cuidadores en condiciones inestables e inseguras.