Muchos de nosotros -profesores, padres, responsables políticos, empresarios- nos hemos estado retorciendo las manos ante la publicación, el 30 de octubre, de los resultados de la Evaluación Nacional del Progreso Educativo (NAEP), también conocida como "el boletín de notas del país". Y con razón.
El informe NAEP revela no sólo un estancamiento en las puntuaciones medias de lectura y matemáticas en la última década, sino "una creciente divergencia en el rendimiento entre los alumnos con mejores y peores resultados". Los niños que más sufren esta divergencia -los que viven en la pobreza- son precisamente los que más necesitan una educación sólida para que la pobreza de su infancia no se convierta en la pobreza de su edad adulta, y no se transmita a su siguiente generación. Son muy malas noticias para todos. Leer más>>