- Benay Hicks

- 15 de noviembre de 2012
- 2 min read
Amy Yao, Duke '13, miembro del equipo del Proyecto de Liderazgo Comunitario de Duke
He tenido la suerte de crecer con profesores que me han fomentado el amor por la lectura desde muy pequeña. Cuando llegué a Estados Unidos en segundo curso, apenas sabía inglés. Empezar el colegio fue una experiencia aterradora porque no conocía a nadie y la comunicación era difícil. Mis padres tampoco podían ayudarme mucho porque eran inmigrantes recientes.
Recuerdo la primera visita de nuestra clase a la biblioteca del colegio. Creo que me quedé un poco asombrada con todos los libros (en mi colegio en China no había biblioteca). Me encantaban sobre todo los libros ilustrados y leía todos los que podía. Era demasiado joven para darme cuenta, pero la lectura me ayudaba poco a poco a aprender nuevas palabras, aunque fuera a trocitos, aquí y allá.
Poco a poco, pude pasar a folletos de capítulos y, finalmente, a novelas más largas. Cuando llegué a tercero, me sentía perfectamente segura de mis habilidades de lectura y expresión en inglés, que en ese momento estaban más o menos al mismo nivel que las de mis compañeros de clase. Habría sido mucho más difícil ponerme al nivel de todos si los libros no hubieran desempeñado un papel tan importante en mi vida en aquella etapa. Mi capacidad de escritura también aumentó junto con mi capacidad de comprensión lectora. Por tanto, atribuiría gran parte de mi base académica a la lectura, ya que me proporcionó una base sólida desde la que partir.
No sólo eso, creo que los libros también permiten conocer a un amplio abanico de personas, tanto a través de los personajes y sus motivaciones como de los autores y la forma en que piensan y traman una novela. Y, por supuesto, los libros también proporcionan ese escape ocasional de los problemas y el ritmo frenético de la vida cotidiana, cuando uno puede sumergirse en un mundo completamente distinto y dejar volar la imaginación.
Por eso estoy tan emocionada de trabajar con Book Harvest NC este semestre para nuestro proyecto. Creo que los libros realmente marcan la diferencia cuando los niños pueden acceder a ellos desde una edad temprana. Espero que Book Harvest siga ayudando a marcar la diferencia entre las nuevas generaciones de jóvenes lectores durante muchos años.








