Por Amy Franks, directora de asociaciones educativas
¿Cómo dice el viejo anuncio de reclutamiento del ejército? Hacemos más antes de las 9 de la mañana que la mayoría de la gente en todo el día". Pues bien, a las 9 de la mañana del viernes pasado, el personal y los voluntarios de Book Harvest habían ayudado a profesores, coordinadores de medios de comunicación y a nuestros socios de la comunidad que prestan servicios a los jóvenes a seleccionar, transportar, empujar, tirar, contar y transportar más de 3.200 libros.
Mi primera experiencia práctica en Books to Go fue increíble. Fui testigo de la expectación de la gente que esperaba fuera, ansiosa por que abriéramos las puertas a las 7 de la mañana, así como de las exclamaciones de alegría e incluso de los pequeños gritos de victoria cuando se descubrían títulos favoritos y rarezas. Más allá de la expectación, lo que experimenté continuamente a lo largo de las 12 horas fue gratitud. Todos los que vinieron a participar en esta selección de libros para entregarlos a los jóvenes a los que sirven expresaron su agradecimiento por lo que hacemos a través de Books to Go; sin embargo, esta gratitud no era unidireccional. No dejaba de pensar en lo afortunada que soy, en lo agradecida que estoy por trabajar en un lugar donde se me permite y se espera que regale libros, en lo mucho que aprecio el entusiasmo que vi por hacer llegar los libros a las manos de nuestros jóvenes y en lo agradecida que estoy a los muchos donantes de libros cuya generosidad lo hace posible.
El viernes fue el día de trabajo más largo que he tenido en bastante tiempo, y valió la pena cada minuto que pasé gateando bajo las mesas, trepando por las estanterías y adquiriendo mis primeras marcas de guerrera en el trabajo (léase moratones). Durante todo el proceso, los participantes hablaron y compartieron con entusiasmo cómo planifican y ejecutan la selección de libros de los niños una vez que los devuelven a sus escuelas, centros comunitarios y programas extraescolares. Resultaba inspirador ver la inversión y el esfuerzo que dedicaban al proceso de selección de libros adecuados que interesaran a los jóvenes a los que atienden y que estuvieran encantados de poseer. Al tomar las riendas de Books to Go, me uno a los participantes del viernes y espero con impaciencia la próxima edición en agosto, con el sueño de superar los 7.092 libros seleccionados al final del día. Si se encuentra entre esa multitud, le veré entonces. No me echará de menos. Llevaré rodilleras.