por Ginger Young, fundador y director ejecutivo
Publicado originalmente en el Durham Herald-Sun, 18 de abril de 2015
Melocotones. Lorna Doone. Perla. Loto. Naranja Julius. Tom. Shabby.
El mes pasado, mientras clasificaba libros donados en la oficina de Book Harvest en Durham, me vinieron a la mente los recuerdos de mis queridos compañeros felinos de la infancia, que se preparaban para ser entregados a niños necesitados de la zona. Acababa de encontrarme con un maltrecho ejemplar de "Millones de gatos", un libro ilustrado de Wanda Gag publicado en 1928.
Mi familia adoraba a los gatos. Prácticamente les reservábamos un sitio en la mesa. En casa, todos los tazones de cereales estaban destinados a las croquetas de los mininos, a pequeñas ofrendas de crema o caldo. No se nos ocurría llevarnos a los gatos de vacaciones a la playa, algo que, cuatro décadas después, me parece claramente absurdo. En un momento dado, según la tradición familiar, mi madre, magníficamente empática, se convirtió en la involuntaria cuidadora de más de 20 gatos y gatitos callejeros, todos ellos abandonados en el porche de su casa en plena noche por quienes sabían que nunca podría rechazar a ninguno.
Así que "Millones de gatos" se convirtió en mi libro favorito. Su extraño argumento y el violento giro de los acontecimientos me intrigaron (todos esos gatos con los que tanto identificaba a los míos sufrieron una muerte salvaje), y vi a mis padres en la extraña pareja que se hacía amiga de todos los gatos de su entorno. El hecho de que los gatos ocuparan el centro de una historia, incluso con consecuencias espantosas, revalidó mi temprana afición por los felinos.
La infancia es solitaria. Redescubrir ese libro, una piedra de toque de mi juventud, me recordó de nuevo el poder de los libros para combatir esa soledad y para hacer muchas otras cosas: alimentar la imaginación, fomentar la empatía, proporcionar una vía de escape, vislumbrar mundos y horizontes más allá.
Mis momentos mágicos con los libros se forjaron en torno a gatos, teseractos y niñas espías que llevaban un diario. Otros jóvenes lectores encuentran sus momentos trascendentales en libros sobre victorias futbolísticas, o insectos espeluznantes, o princesas, o piratas, o superhéroes que vencen a los malos. La capacidad de identificarse con un personaje, de tener esa sensación eureka de "¡eh, ella es como yo!" o "¡yo me sentí así una vez!" no tiene precio: despierta la compasión, la fuerza para afrontar las cosas, el sentido de pertenencia, la confianza.
Todos los niños merecen estas oportunidades. Todos los niños merecen tener acceso a los libros.
Desde 2011, un ejército de donantes de libros y voluntarios ha estado trabajando duro para crear ese acceso para todos los niños de nuestra comunidad. Book Harvest es un modelo desarmantemente simple: los lectores nos donan libros nuevos y ligeramente usados, y nosotros a cambio proporcionamos esos libros a niños y familias cuyas circunstancias económicas hacen difícil construir una biblioteca en casa. Eso es.
Empezamos muy, muy jóvenes, visitando a los recién nacidos con los brazos cargados de libros. Vamos a las escuelas y ayudamos a los alumnos a llenar sus mochilas de libros para que se los lleven a casa y se los queden para siempre. Llenamos estanterías de libros gratuitos en centros de salud locales, agencias de servicios sociales y centros comunitarios.
¿Nuestro sueño? Queremos que todos los niños se vayan a dormir con una gran pila de libros en la mesilla de noche. Es posible: gracias a la generosa comunidad de Book Harvest, más de 265.000 libros están ya en manos y hogares de niños necesitados. Y seguiremos llenando las lagunas de libros aquí en Durham, hasta que simplemente no haya más.
Un día, todos los niños de Durham que crecen en la pobreza vivirán también en un hogar rico en libros.
"Millones de gatos" me traerá recuerdos para siempre. Mis tres hijos cambiaron de especie, cambiando los felinos por los caninos. Para el mayor, "El oficial Buckle y Gloria" siempre será un recuerdo mágico; para el mediano, "Go Dog Go"; para el pequeño, "Cómo robar un perro". Cuando dentro de 40 años se encuentren con estos títulos tan queridos, sé que tendrán el mismo recuerdo glorioso que tuve yo. Y espero que se den cuenta de que somos muy afortunados de poder compartir nuestros libros con los demás.
¿Quiere saber más sobre la labor de Book Harvest o donar libros? Visitewww.bookharvestnc.orgo pásate por nuestra oficina en el 2501 de University Drive en Durham, de lunes a viernes, de 9 a 17 h. ¡Y no te olvides de leer!