por Lori Nofziger, voluntaria de Book Harvest

Tengo carné de biblioteca desde que tengo uso de razón. Con el tiempo, he ido leyendo toda la sección infantil de la biblioteca pública de mi pequeña ciudad, desde los libros ilustrados y los primeros libros de lectura hasta los títulos de primaria y secundaria. Aquí, encontrar un libro como La casita en el gran bosque me llevó a todos los libros de esa serie y más, la cesta de mi bicicleta cargada con todos los que podía llevar.

Conseguí mi primer empleo trabajando en esta biblioteca, y más tarde desarrollé una gratificante carrera como bibliotecaria y ahora como voluntaria en Book Harvest.

Uno de los valores fundamentales de la biblioteconomía que más aprecio es que todo el mundo -independientemente de su edad, nivel de ingresos, etnia o código postal- debe tener acceso a la información y a los libros. También deben poder seleccionar esos libros por sí mismos y tener la libertad de "leer, buscar información y hablar libremente". (Asociación Americana de Bibliotecas)

Lo que me lleva a una de las cosas que más me gustan de Book Harvest: que proporciona un recurso para que los niños seleccionen libros con los que construir sus propias bibliotecas en casa. A través de Book HarvestBooks on Break y Banco Comunitario de Libros los niños pueden decidir qué libros se llevarán a casa, qué historias compartirán con sus hermanos, qué combinación concreta de imágenes o palabras pueden conservar como propias.

En Book Harvest damos a los niños algo más que libros. Les damos el poder de elegir. Les damos una forma de hacer sus propios descubrimientos y conexiones, como hice yo.