por Ginger Young, Fundador y Director Ejecutivo
La semana que viene hará cinco años que me senté en el suelo de mi garaje, rebuscando en una bolsa de la compra llena de libros infantiles usados. Los Hardy Boys, La telaraña de Carlota, Tren de mercancías, Jorge el Curioso - había muchos títulos conocidos. Un simple vistazo a las portadas me traía cálidos recuerdos.
Algún alma confiada había recogido estos libros de las estanterías de su casa y me los había traído, tomándome en serio cuando dije que todos los libros que llegaran irían a casa con niños de la zona que necesitaran libros. Mi idea no estaba probada, y hablar es barato. Y, sin embargo, creyeron lo suficiente como para desprenderse de una bolsa de libros llenos de recuerdos.
A pesar de este voto de confianza, me preguntaba si estos libros encontrarían un hogar entre los niños de la zona, si serían queridos por sus nuevos dueños. Tenía muchas dudas, pero también era consciente del compromiso que había adquirido de hacer lo correcto con los libros donados. Así que me propuse crear una estantería de libros gratuitos en un lugar al que acudieran niños que probablemente necesitaran libros.
Book HarvestLa primera estantería de "libros gratis" se inauguró en el Inter-Faith Council for Social Service de Carrboro. Desde el primer día, la maravillosa gente me acogió a mí y a los libros con los brazos abiertos, y hoy siguen haciéndolo.
¿Cuánto hemos avanzado desde aquella tímida incursión inicial en nuevas aguas?
Esto... 355,745 - ¡es el número de libros que nuestros niños han cosechado desde entonces! Solo en 2015, enviamos 109,707 libros a casa con nuevos y orgullosos propietarios.
¿Y esa estantería de inicio en IFC? A día de hoy es uno de nuestros sitios con más tráfico. Desde 2011, hemos enviado 30,021 ¡libros a casa con los clientes de IFC y sus hijos!
¿Esa idea loca de hace cinco años? Está funcionando. Y estoy muy agradecida a nuestra comunidad por apoyar esta sencilla idea de libros para los niños que los necesitan. Nos queda un largo camino por recorrer antes de que todos los niños se vayan a dormir con una gran pila de libros junto a su cama, ¡pero lo conseguiremos!
Estén atentos a un gran 2016, en el que la imaginación de nuestros hijos vuele y su intelecto chisporrotee. ¡Feliz Año Nuevo!