8 de junio de 2021
Por Isabel Geffner, Directora de Promoción
El pasado fin de semana, el mundo perdió a un faro de luz para la alfabetización infantil. M. Richard "Dick" Robinson, presidente y consejero delegado de Scholastic, falleció inesperadamente a los 84 años en Nueva York.
Se podrían decir muchas cosas de Dick. Su padre fundó Scholastic en 1926 como editorial de revistas juveniles, pero Dick llevó la empresa al negocio de los libros en las escuelas. Sin duda, cualquiera que lea esto recordará haber ido a la "Feria del Libro de Scholastic" en su escuela primaria y haber comprado como un adulto lo que se convertiría en su libro favorito, a un precio realmente bajo. Hoy hay 120.000 eventos de venta de libros en las escuelas cada año.
Si eres fan de Harry Potter, o has leído alguna de las docenas de libros del Club de niñeras, el Autobús escolar mágico, Goosebumps o el Capitán Calzoncillos, tienes que agradecer a Dick el haber llevado estos libros a los hogares de los niños y a las bibliotecas de todo el mundo. Bajo la visionaria dirección de Dick, Scholastic se ha convertido en una potencia editorial.
Pero esto es lo que quizá no sepa de Dick Robinson. Consideraba la lectura un derecho civil, y Scholastic se ha convertido en uno de sus más audaces defensores. "Hemos sido prohibidos en las escuelas en los años 30 y 50 por ser demasiado blandos con el comunismo; en los años 40 y 60 por promover puntos de vista liberales sobre la raza, los derechos civiles y la guerra de Vietnam; en los años 70 por artículos sobre los derechos de los estudiantes, un tema poco popular en las escuelas; en los años 80 y 90 por el cambio climático; y en los años 2000 por la guerra de Irak. A pesar de estas polémicas y prohibiciones temporales, las escuelas han confiado en nuestro enfoque equilibrado para ayudar a los jóvenes a adquirir conocimientos básicos sobre su mundo, con el objetivo más amplio de ayudar a los niños a saber cómo construir y mantener una democracia frágil".
Muchos años antes de mi asociación aquí en Book Harvest, pasé dos décadas en la ciudad de Nueva York en la industria editorial. Nunca tuve la suerte de trabajar estrechamente con Dick, pero siempre tuve el privilegio de ser testigo de sus agudas decisiones editoriales, su perspicacia para los negocios y la amable y sabia tutela que proporcionó a algunos de mis colegas editores más cercanos.
Dick ha sido un querido y apreciado amigo de Book Harvest. Cuando este año compartimos con él nuestro Informe de Impacto 2020, Dick reconoció "nuestro universo compartido del desarrollo temprano del lenguaje y la alfabetización", y continuó diciendo: "Felicidades por la distribución de 180.000 libros en 2020, el año de la pandemia en el que los libros eran más valiosos que nunca. Estamos muy orgullosos de nuestra asociación con usted y con Book Harvest de Carolina del Norte".
El mundo de los libros infantiles y la alfabetización de la infancia ha perdido este fin de semana a uno de nuestros héroes. Que el legado de Dick Robinson sea nuestro compromiso continuo con un mundo en el que todos los niños crezcan rodeados de libros y cuentos antes de dormir.